13 de agosto de 2003, 10h57
GENNEVILLIERS, Francia (AFP) - Ventiladores para gatos y piscinas para perros: es uno de los remedios que el mayor refugio para animales de Europa, situado en la francesa Gennevilliers, está aplicando estos días gracias a sus 30 empleados y 10 voluntarios para luchar contra la ola de calor.
Sophie Quentin, de 29 años de edad, dirige este centro que debe enfrentarse este año a una afluencia récord de 'clientes'. "Tenemos actualmente 260 perros y 70 gatos, así como conejos y hamsters", explica.
Para los perros son habituales los paseos y las duchas, que son recibidas de distintas maneras por los animales. Mientras que los 'rottweiler' como 'Fleche' se ponen debajo del chorro de agua sin problemas, hay otros, como los pastores alemanes, que prefieren esperar a que el suelo esté regado y tumbarse luego sobre él.
Quentin afirma que los conejos también adoran estos baños y en breve llegarán al refugio "piscinas para perros", resultado de la generosidad de una voluntaria.
En el refugio para los gatos, donde el aire es más fresco, hay más sitio que en el refugio canino y muchos ventiladores, porque los gatos no soportan las duchas con agua.
Otra cosa a favor de los felinos es la música: "De vez en cuando les ponemos música clásica, porque les apacigua", explica Aurelia, de 23 años, que trabaja en el centro.
De momento, según Quentin, "no ha habido que lamentar ninguna muerte", pero se mantienen alertas.
Como pasa con los seres humanos, perros y gatos "comen menos". Pero el calor terminará por irse y los animales olvidarán fácilmente lo mal que lo han pasado este verano. Como dice Aurelia, "el calor nunca traumatizará tanto a los animales como su abandono".
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