Estas son mis primeras Navidades como feliz adoptada. Hace ya tres meses que me adoptaron y ahora me siento realmente querida.
La primera vez que vi a mi futuro adoptante fue virtualmente en la Web de GATA, y me enamoré sin remedio de sus azules ojos que parecían mirarme con un toque de tristeza.
Y cuando fui a visitarlo a su casa de acogida y me escudriñó de arriba abajo con su mirada azul acero, intuí que yo también era de su agrado y que estaba predispuesto a adoptarme, como así ha sido.
Debo confesar que nuestra historia de amor a primera vista no ha sido fácil, pues a Fito "ojos azules" le precedía su mala fama de "problemático", que me producía cierta prevención (la misma que yo a él).
Si os cuento que mi chico era un superviviente de Cantoblanco y que había pasado por varias casas de acogida donde apenas duraba unas semanas, entenderéis fácilmente sus problemas, que se traducían en el feo vicio de clavar su poderosa mandibula en todo aquello que se menea, sean brazos o piernas. Pero yo no iba a ponérselo fácil, no estaba dispuesta a darle más motivos para que volviera a desconfiar una vez más de los humanos; así es que me dispuse a entablar batalla, armada de todo aquello que tenía a mano: varios pulverizadores con agua, amor, feromonas, ruidosos silbatos, más amor, visitas al psicólogo, gritos y susurros, juegos y más juegos, mimos, y paciencia... ¡mucha paciencia!.
Ha sido un combate duro, pero yo soy aún más tozuda que él y la victoria ha sido mía: ¡Finalmente, he sido adoptada por Fito!.
No os diré que no me sigue dejando la marca de sus dientecillos de vez en cuando, pero sí que lo hace cada vez menos y sólo como un juego (yo sólo soy la presa equivocada), nunca con maldad, palabra que desconoce. Y en compensación me da a raudales sus largas charlas de cotorro, su alegría sin fin, su nobleza, sus juegos incansables, sus ronroneos y lametones, su majestuosa presencia y, sobre todo, su agradecimiento manifiesto.
Como ya habréis deducido a estas alturas, mi adoptante es Fito (antes Azul), mi querido gato con genes siameses (¡todo un carácter!), que está pasando la primera navidad feliz de su corta vida con su nueva familia.
Por eso, os animo a acudir a GATA, a dejaros seducir sin miedo por una de esas miradas felinas, y a adoptar a ese hermoso gato, quiero decir, a dejaros adoptar por él. ¡Saldréis ganando, os lo aseguro!.
FFFF (Felices Fiestas de Fito y Flori).